¡Hola amores!
¡Os traigo el volumen (2/3) de esta mini-guía de mis vacaciones en Madeira!
En el segundo día en Madeira decidimos recorrer la zona
suroeste de la Isla.
La costa suroeste es una estrecha franja llena de viñedos y de bananeras.
La zona más soleada, seca y cálida de la isla a contraste con la costa norte más lluviosa y dramática,
que dejamos para el
tercer día de nuestras mini-vacaciones.
Subimos al coche y empezamos el recorrido por Cámara de
Lobos: Una villa marinera
que conserva el encanto de las tradiciones y oficios
populares.
El puerto está lleno de barquitas con unos colores
preciosos,
¡y con el maravilloso olor del mar!
Seguimos nuestro recorrido por la antigua carretera parando a cada momento para poder contemplar los preciosos paisajes que íbamos dejando atrás.
Llegamos a Ribiera Brava, con un paseo marítimo adornado con palmeras y majestuosos jardines: Un lugar ideal para parar y tomar algo en sus
terrazas, disfrutar de la brisa en la playa y callejear por la zona interior del pueblo.
El siguiente destino fue Ponta do Sol, famosa por ser la
localidad madeirense con el mayor numero de horas de sol. Es un pueblo muy
coqueto, turístico a más no poder y encerrado entre montañas. ¡Una
preciosidad!
Finalmente paramos a comer en el paseo marítimo de Calheta,
con un viento insoportable.
Sinceramente, aunque sea la localidad más
importante de la zona suroeste,
es el pueblo que menos nos gustó.
Cogimos el coche otra vez de vuelta al hotel, donde disfrutamos del complejo bañándonos
y haciendo el tonto en la piscina con J.
Nos relajamos un buen rato y salimos a descubrir la noche madeirense.
¡Mil besitos submarinos!
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